La Ronda de Noche, Rembrandt

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El título correcto de esta obra es "La compañía militar del capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willem van Ruytemburch ". El título popular se debe a un error de interpretación del siglo XIX, debido a la suciedad del cuadro; una restauración en 1947 demostró que se trataba de una escena diurna.

Posiblemente el nombre de nocturno se deba a que durante su restauración, quitaron demasiada suciedad y parecía de noche en vez de día, como nos refleja el auto con su excesivo tenebrismo

Compañía militar: los burgueses holandeses formaron estas compañías (doelen) para defender sus ciudades de ataques o invasiones, ya desde la Edad Media. Tras la salida de la nobleza española y la pacificación de las Provincias Unidas, ponían orden en las calles, cerrando puertas y velando por la tranquilidad ciudadana.

Fue un encargo para decorar el Cuartel General de la Guardia Cívica de dicha ciudad. De ahí sus grandes dimensiones. Con motivo de un traslado, en 1719, sufrió un recorte por sus cuatro lados. Conocemos el formato original por dos copias (una acuarela y un óleo) del siglo XVII.

Guardia Cívica: lo mismo que compañía militar (doel).

Género: Se trata de un retrato corporativo, típico de la tradición pictórica holandesa. Rembrandt cobró 1600 florines por él (100 de cada uno de los retratados, probablemente los dos oficiales pagaron más, por ocupar un lugar preeminente en el cuadro) .

Tema: El pintor representa el momento en que la Compañía se pone en marcha, dirigida por el capitán Cocq y el teniente Van Ruytenburch. Aparecen 16 soldados, llevando banderas, mosquetes, alabardas, tambores. Vemos también otros personajes: tres niños corriendo y un perro que ladra, añadidos por el pintor para animar la escena.


Retrato corporativo: modalidad de retrato colectivo frecuente en Holanda, de gran formato, encargado por asociaciones y compañías militares. El espíritu democrático de los holandeses y su creencia en el valor de cada persona los hizo muy diferentes de los retratos cortesanos: carecían de majestuosidad, los personajes se relacionan en ellos con libertad . Destaca como pintor de retratos de corporaciones Frans Hals.

Composición: muy compleja, aparentemente desordenada. Presenta al grupo de forma espontánea y libre, captado en un instante, como si se tratase de una fotografía. Hay enorme animación y ruido, cada uno hace cosas distintas, en las más variadas actitudes y posturas, con movimiento vivo. El centro de la composición lo forman el capitán y el teniente, organizándose el resto en grupos triangulares , con un movimiento curvo. Unas figuras son muy visibles, pero otras desaparecen en la penumbra y sólo vemos sus cabezas. Los personajes están colocados en cuatro planos de profundidad; existen multitud de líneas, con predominio de las diagonales y el zig- zag para dar dinamismo.

La luz: es la auténtica protagonista, la utiliza para componer el cuadro. La técnica es tenebrista, por influencia de Caravaggio. El pintor está preocupado por el claroscuro. Crea zonas de penumbra dorada frente a otras fuertemente iluminadas, que ciegan y deslumbran (como la niña que corre, con un gallo colgado en el cinturón). La luz emana del interior de las figuras, irreal, creando una atmósfera mágica y misteriosa.

El color: es muy rico, lleno de contrastes y matices. Destacan el brillante amarillo del traje del teniente, con un fajín rojo anaranjado, frente al negro del traje del capitán en el centro del cuadro. Predominan los tonos cálidos, dorados. El color ha sido aplicado con pinceladas anchas, espontáneas y pastosas.


El dibujo: Rembrandt pinta sin apoyo del dibujo que pierde importancia frente al color. Los contornos están diluidos. El cuadro está constituido por la luz y el color.

Estilo: observamos todas las características típicas del Barroco: composiciones llenas de movimiento y dinamismo, con predominio de líneas diagonales y curvas; colorido rico y variado, con un color que unifica el cuadro (el dorado); contrastes de luces y sombras; desvalorización de la línea; realismo y gusto por el detalle; falta de claridad y confusión (lo más iluminado es lo que menos percibimos, como la enigmática niña), etc.

Significado: el pintor convierte un acontecimiento normal de la vida holandesa en un hecho grandioso. Mezcla el retrato colectivo con el cuadro de historia y realiza una auténtica revolución, tanto por la disposición novedosa y atrevida de los retratados como por su técnica fabulosa. Rompe con las convenciones del retrato de grupo. Rembrandt ordena a los retratados no por su jerarquía sino por razones plásticas, supeditando sus intereses particulares a la unidad de acción. La mayoría de los retratados se quejaron porque todos no aparecían claramente ni mostraban con precisión el rango que poseían. El pintor demuestra su libertad de espíritu y su modernidad.

El pintor y su época: " La ronda de noche" está considerada la obra maestra de Rembrandt von Rijn (1606- 1669), máxima figura de la Escuela Holandesa de pintura barroca y genio universal .
Holanda era una nación rica y próspera en el siglo XVII. Orgullosa de su recién conseguida independencia, con una economía basada en el comercio, la burguesía calvinista se convirtió en la clientela de los artistas holandeses, invirtiendo en pinturas para decorar sus casas. Los pintores, en lugar de trabajar por encargo, comenzaron a producir " para el mercado", que reflejaba el gusto dominante. Se cultivaron toda clase de géneros (a excepción de la temática religiosa), siendo los preferidos los retratos y los de la vida cotidiana, con un estilo realista y sencillo, y gran preocupación por la luz.

En este ambiente trabaja Rembrandt. Nacido en Leiden, hijo de un molinero acomodado, se instala en Amsterdam, donde recibe la influencia indirecta de Caravaggio. En 1642 se casa con Saskia, que se convierte en su modelo y con quien tiene cuatro hijos, de los que sólo sobrevive Titus. Lleva una vida feliz, convirtiéndose en retratista de prestigio y de considerable riqueza.
En 1642 muere Saskia y se inicia una época de incomprensión artistica y dificultades económicas para el pintor; arruinado, vende su casa y sus colecciones de arte. Pasa su vejez aislado de la sociedad y en la miseria, con encargos esporádicos; aún así, es en esta época cuando realiza sus mejores obras. Tras las muertes de Hendrickje , su última compañera y modelo, y de Titus, muere en Amsterdam, en 1669.

Su obra abarca los más diversos géneros: paisajes, naturalezas muertas, temas mitológicos, escenas religiosas ("Cena de Emaús") y especialmente retratos, tanto individuales (" Saskia", nuemerosos Autorretratos), como colectivos ( "La lección de anatomía del doctor Tulp", "Los síndicos de los pañeros" y la comentada "La ronda de noche"). Realizó también magníficos grabados al aguafuerte , llenos de sutileza.
En su obra realiza una reflexión sobre la condición humana; está preocupado por captar el universo interior del hombre, lo invisible. Para él tienen más importancia la veracidad y la sinceridad que la belleza clásica. "Capaz de representar no lo que existe, sino la existencia" (G. Simmel), de ahí su modernidad.

El pintor de la luz dorada ha ejercido una notable influencia en los pintores que han dado primacía al color, como Goya, Delacroix y los impresionistas.

San Carlos de las Cuatro Fuentes, Borromini

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Obra de Borromini, fue erigida en Roma a mediados del siglo XVII. La fachada del templo, constituye un paradigma del barroco italiano. Dividida en dos tramos separados por un friso que contiene, en latín (IN HONOIS TRINITATEM ET CAROLI MDCLVI), una dedicatoria y la fecha de su consagración (1666), cada uno de los pisos está jalonado verticalmente por cuatro columnas de orden compuesto gigante (fuste liso y capitel corintio).
El piso inferior se halla dividido a su vez en dos niveles: en el inferior encontramos dos óculos elípticos ocupando los intercolumnios externos mientras que el intercolumnio central contiene la puerta de acceso, adintelada y flanqueada por sendas columnas compuestas sobre podio.
En el segundo nivel de este tramo bajo, tres hornacinas contienen las imágenes de santos. El tramo superior repite el esquema del inferior aunque las columnas son más cortas. Las hornacinas aparecen vacías y el hueco central, sobre la puerta de entrada, está ocupado por una ventana (precedida por un antepecho) y un medallón elíptico vacío que corona la fachada. Por encima de una segunda cornisa, un estrecho ático ligeramente retranqueado culmina el conjunto del frontispicio.
Pero la mayor singularidad que presenta este edificio son las curvas que describe la fachada. La nave central aparece adelantada y el friso y la cornisa que separa los dos tramos remarca la ondulación del paramento. La segunda cornisa acentúa aun más la sensación de curvas del muro.
Tanto las columnas compuestas de orden gigante, como la curvatura del muro y los vanos y el medallón de forma elíptica nos recuerdan que el diseño es prototípico del Barroco tan propenso al uso de las elipses y las columnas gigantescas.
Posee una planta alabeada,
La fiebre edilicia que parece afectar a Roma a lo largo del siglo XVII es una muestra del afán de la Iglesia Católica por demostrar su poder. Muy debilitado por las constantes luchas contra los Reformistas, el papado se empeña en demostrar su poder construyendo fastuosos templos y palacios aunque en muchos casos, la apariencia de lujo y poder encubre la pobreza de los materiales (ladrillo, estuco) que prueban el mal momento económico de la iglesia. Este esfuerzo constructivo va a dar origen a muchos templos emblemáticos y monumentos que sembrarán la ciudad de hitos que harán historia.
El resto de Europa, sumida en el conflicto de la guerra de los Treinta Años, contempla la caída del Imperio Español y el asunción del relevo por la Francia de Luís XIV que dará comienzo a uno de los periodos de mayor peso político del país galo en la política europea. Mientras tanto, España atraviesa una profunda crisis económica que, heredada del siglo anterior, se hace crónica a la que se suma el desánimo moral que supone la pérdida de la primacía política en el viejo continente.

Coliseo Roma

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El Coliseo Romano, es un anfiteatro situado en el centro de la capital itailana. Es una edificio cuya contrucción data de entre el año 70 dC y el 80 dC. Su función era servir de recinto para diversos espectáculos romanos como la lucha entre gladiadores, recreaciones de batallas, naumaquias (recreación de batallas navales) y teatro sobre mitología clásica.

Su aforo llegó a ser de 50.000 personas y se estuvo uitlizando durante 500 años, hasta el siglo VI, años más allá de la fecha oficial de caída del Imperio Romano de Occidente. Más tarde se le dieron distintos usos como refugio, sede cristiana, fábrica.

El Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana.
Historia:

Fue mandado construir por Vespasiano en el año 72 d.C., e inaugurado por Tito en el 80 d.C., tras celebrar una serie de fastuosas ceremonias y espectáculos que duraron 100 días. Tuvieron lugar luchas a muerte de gladiadores, peleas de animales salvajes, y la entrada fue gratuita. Casi 55.000 espectadores que entraban por 80 bocanas y que los conducían por pasillos hasta las 160 bocas de donde se llegaban a los graderíos. Este formó parte de una serie de anfiteatros que se fueron construyendo y de los que aún se conservan, aparte del romano, el de El Djem en Túnez, los de Nimes y Arles en Francia o el de Verona, al norte de Italia. Entre los siglos V y VI se prohibieron las luchas de gladiadores y de animales salvajes, y es en el siglo XIII cuando el Coliseo se convierte en fortaleza. El último espectáculo del que se tiene noticia es del año 523 bajo el rey godo Teodorico. Posteriormente el Anfiteatro, convertido en fortaleza, fue abandonado, e incluso parte de sus piedras, como la de tantos otros edificios históricos de los Foros Imperiales, se utilizaron como canteras para otros edificios más modernos. Fue a finales del siglo XIX cuando se excavó la estructura bajo la arena, y retomó la importancia que hoy día tiene.

Saint Chapelle

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Se encarga la construcción del edificio al arquitecto Pierre de Montreuil, que da inicio a las obras en 1242, finalizándose en 1248, un plazo temporal que puede considerarse muy breve para la época. Surgió así la Sainte Chapelle, una de las joyas de la arquitectura gótica francesa.

Este templo-relicario presenta numerosas peculiaridades. Para comenzar, se trata de un edificio de dos plantas. La capilla inferior, dispuesta en tres naves, se consagró a la Virgen María y fue concebida como un espacio de acceso público. Sobre ella se alza la capilla superior, de una única nave; el auténtico joyero de las reliquias sagradas, reservada a la familia real, como era de costumbre en la Edad Media. Pero aquí es donde encontramos las más interesantes novedades. Las bóvedas góticas parecen flotar en el espacio, ya que la presencia de muros es prácticamente inexistente. Todo lo que debía ser pared ha sido sustituido por quince grandes vidrieras y un rosetón, separados por esbeltas columnillas, que resultan casi invisibles. En ellas se narra una visión de la historia humana según la Biblia, desde la creación del mundo hasta la vida de Jesús en un conjunto que ocupa más de 600 metros cuadrados.



De este modo, la diferente coloración de los cristales provoca un efectista juego lumínico en el interior, que realza la atmósfera intimista que el rey buscaba conseguir: un espacio sagrado como no hubiese otro en la cristiandad, porque allí estaban, en un relicario especial, la corona que Cristo soportó durante su pasión y una parte del madero sobre el que fue crucificado. Luego, mucho después, llegó la Revolución Francesa y la Santa Capilla sufrió varios asaltos, de forma que las reliquias que habían dado pie a su construcción acabaron perdidas o dispersas. Pero allí se mantuvo el edificio que materializaba los sueños casi místicos de un rey francés, hasta que en el siglo XIX fue íntegramente restaurado. Un rey que era primo hermano de otro rey castellano, también santo para la iglesia católica, Fernando III, quien el mismo año en que su primo consagraba la Capilla, hacía su particular cruzada, conquistando Sevilla a los musulmanes. Familia de santos.

Patio de los Leones, Alhambra Granada

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Estilo: Musulmán Andalusí, subestilo Nazarí


Construido en 1377 por Mohamed V, hijo de Yusuf I. De planta rectangular, rodeado por una esbelta galería con 124 columnas de mármol blanco, de una esbeltez tal que nos hace pensar en las palmeras de los oasis.
Alrededor, las alcobas, salas privadas del sultán y esposas con piso alto abierto, falta de ventanas que miren al exterior, pero con jardín interior como corresponde a la idea musulmana del paraíso.
Lo que hoy es tierra en el patio, fue jardín. De cada sala fluyen 4 arroyos que van al centro: los 4 ríos del paraíso. Las columnas se unen con paños calados que dejan pasar la luz.

Fustes cilíndricos muy delgados, anillos en la parte superior, capiteles cúbicos sobre los que corren inscripciones. Las planchas grises de plomo convierten los empujes horizontales en verticales.

Fuente de los Leones
Los últimos estudios hechos dicen que los leones proceden de la casa del visir y poeta judío Yusuf Ibn Nagrela (1066). No se sabe si se construyó antes de su muerte; se le acusó ya en la época de querer realizar un palacio más grandioso que el del mismo rey. Se conserva por el poeta Ibn Gabirol (S.XI) una descripción casi exacta de dicha fuente.

Los 12 leones Representan las 12 tribus de Israel, en tre los doce leones hay 6 hembras y 6 machos. Dos de ellos tienen un triángulo en la frente indicando las dos tribus elegidas: Judá y Leví. Son del siglo XI. La taza lleva escrita en su perímetro versos del ministro y poeta Ibn Zamrak en los que bellamente se describe la propia fuente:

''Tan diáfano tazón, tallada perla,
por orlas el aljófar remansado, y va entre margaritas el argento,
fluido y también hecho blanco y puro.
Tan afín es lo duro y lo fluyente que es difícil saber cuál de ellos fluye..."

Patio de los Arrayanes. Alhambra Granada

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Estilo: Musulmán Andalusí, subestilo Nazarí.

El Patio de los Arrayanes se ha llamado de diversas formas a lo largo del tiempo. La actual denominación se debe a los macizos de arrayanes cuyo color verde vivo contrasta con el piso de mármol blanco del patio, y que rodean al estanque central. También se le llamó Patio del Estanque o de la Alberca, precisamente por este estanque, de 35 metros, que divide el patio longitudinalmente y se abastece de agua gracias a dos pilas de mármol situadas en cada extremo.

Era la sede oficial del sultán aunque tuviera otros palacios, la función de este palacio era la de albargar el poder ejecutivo, de gobierno.

A ambos lados del patio se encuentran dos naves de aposentos y, en los lados menores, se levantan unos pórticos, sostenidos por columnas de capiteles cúbicos, de siete arcos semicirculares adornados con rombos calados e inscripciones de alabanza a Dios. El arco central es mayor que los otros seis, y presenta enjutas macizas con decoración de ataurique y capiteles de mocárabes.

Las Hilanderas, Velázquez

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Se trata de un gran cuadro realizado al óleo sobre lienzo pintado por Velázquez en 1657 para el montero del rey, Pedro de Arce, que en la actualidad se encuentra en el museo del Prado de Madrid. Constituye junto con ‘‘Las Meninas” la culminación del estilo velazqueño.
En el lienzo observamos lo que a simple vista pareciera ser una escena de taller, un ejemplo de lo que se ha venido en denominar “pintura de género”, ya que en el primer plano tenemos a una serie de mujeres hilando en la rueca y preparando hilos. Al fondo se observa a tres mujeres, vestidas como nobles, contemplando un tapiz en el que aparece representado un motivo mitológico. Esto es sólo apariencia, ya que lo que en realidad se representa en el cuadro es una alegoría de Las Parcas, la representación de la fábula de Aracne. Ésta era una joven famosa por ser una buena tejedora, que retó a la diosa Atenea (inventora de la rueca) a un duelo de tejido. Así según esta interpretación, Aracne sería la joven que se representa de espaldas al espectador, tejiendo su tapiz que es el que está representado al fondo de la estancia, mientras que la diosa aparecería camuflada como la anciana que vemos en el primer plano, por lo que el pintor para darnos pistas de quien en realidad es, deja ver su pierna que no se corresponde con la edad del rostro de la mujer. La escena del fondo se correspondería con el final de la fábula, ya que Atenea, representada con sus atributos guerreros aparece enfrente de la joven, ataviada con un vestido de plegados clásicos, levantando la mano para castigarla y condenarla a tejer eternamente bajo la forma de la araña. Estas dos figuras parecen formar parte del tapiz que se encuentra al fondo de la estancia, pero según esta interpretación, estarían situadas justamente delante de él.
De nuevo en la composición, observamos el equívoco velazqueño, pues representa varios momentos de la misma narración y prescinde de cualquier tipo de jerarquización de las figuras, con lo que el espectador carece de cualquier referencia que le aclare el verdadero orden y significado del cuadro. Compositivamente destaca la simetría que se observa, ya que la obra se articula a base de gestos paralelos invertidos.
La profundidad la consigue con la captación de la perspectiva aérea, conseguida por el juego de luces laterales y frontales que recuerdan a lo que años más tarde van a realizar los pintores impresionistas. La destreza en lograr captar la transparencia del aire alcanza uno de sus puntos culminantes en el veloz giro de la rueca que suelta el polvillo que deja el hilo al ser manipulado. A nivel cromático, contrapone un primer plano cálido y cerrado con un fondo frío y abierto, con lo que ahonda en la sensación de profundidad, ya que los colores fríos alejan las figuras del espectador, mientras que los cálidos las acercan. Por ultimo respecto a la pincelada, se va haciendo más líquida, lo cual también es producto de un cambio en la imprimación previa al lienzo. En muchas ocasiones, se esfuma la forma, ya que las pinceladas las coloca sin fundirlas entre sí, logrando calidades táctiles y visuales insuperables. Muchas figuras, están construidas solamente con color, que cada vez se hace más transparente.